Militancia, emociones y política

Hoy, pocos días después de la muerte de un ex-presidente, vemos la exacerbación de la "militancia", y del "modelo" extrañas entelequias que representarían algo muy cercano a un fanatismo irreflexivo, cercano , muy cercano a aquel animal imaginario urdido por el "Proceso"de los 70-80: el "Ser nacional". Todas estas son expresiones de la "emocionalidad" política y si hay algo de lo que la política debe huir es de las emociones. La política es una construcción esencialmente racional, más allá de las humanas emociones de sus actores.

Cuando todas las tintas se cargan en un pensamiento infantil "buenos-malos" y la percepción de la sociedad dividida en amigos o enemigos, propia de ideas adolescentes, no se puede hablar de política sino de prepotencia.

La sociedad es mucho más rica y tiene innumerables matices que la sobre-simplificación de las consignas juveniles, jóvenes expuestos a medios y educación en los que la realidad se podía comprender a partir de ideas muy simples e indiscutibles. Lo lamento, pero la realidad es mucho más compleja que la simpleza de sus consignas, no puede reducirse a "blanco" o "negro".

Para cerrar una frase de Don Atanasio : "No todas las hormigas comen yuyos".

Periodistas desafinados

Mientras concluyo mi cena sabática, miro "Talento argentino" junto mi familia, disfrutando de variados talentos desafinados y algunos que prometerían en una sociedad que valorara realmente el arte y no la mera exposición pública. Concentrado en estos menesteres, me doy de bruces con la nota "Quien es quien en la plaza de lagrimas " de Jorge Fernández Díaz (Al nación, 30 de Octubre 2010). En la misma, a partir de argumentos totalmente antojadizos v.g. "Tuvo que morir su líder máximo para que el kirchnerismo se materializara ante la opinión pública como un auténtico fenómeno de masas" para unas pocas líneas más adelante aclarar :" No es que no haya habido esta vez clientelismo, caciquismo y aparato, pero nadie puede negar que el asunto excedió sobradamente ese corset del lugar común." Entonces la pregunta obvia es ¿en cuánto excedió para ser considerado fenómeno de masas?. Nada, ni una cifra, ni una mínima estimación numérica, único método conocido al momento para declarar que algo es "de masas". Sus reflexiones sobre el origen y proveniencia de los "pobres" parece extraído de una crónica del 17 de octubre de 1945:" Los más pobres, que son tradicionalmente peronistas, llegaron del conurbano bonaerense y de las barriadas más humildes de la Capital para abrazar el fantasma de quien más les había dado." Si no supiéramos que está hablando de Kirchner y sospecháramos que habla de Perón , casi le podríamos dar la derecha - aunque fuese falsa- pero ¡vamos! nos quieren tomar por tontos. Y lo que no tiene desperdicio es su descripción sociológica de una villa miseria: "El 80% de los hombres que habitan las villas miseria son honestos albañiles bendecidos por el boom de la construcción y la obra pública.". ¿De dónde sacó semejante información? Respuesta: Invento total, lisa y descaradamente inventada. Entonces, a partir de estas informaciones y sus consecuentes razonamientos concluye: "Esta gigantesca masa humana no representa ni al "pueblo" ni a la "sociedad" ni a la "gente" ni a las "mayorías, todos conceptos abstractos y manipulables. Pero tienen la elocuencia de un fenómeno social que no puede ser minimizado."

En otras palabras, los mismos que apoyaron a Perón en el 45, son los que vinieron a despedir a Kirchner y en una mueca de la historia invertida, no es Evita la muerta sino Nestor y la sobreviviente es la mujer, es decir Perón...Faltaba el grito final ¡¡¡La vida por Cristina!!!! (Onasis.........)

El deceso de un presidente

Por mi gripe debí permanecer enclaustrado en mi hogar, mirando hora tras hora el velatorio del presidente. Ninguna noticia fuera de esa, ninguna reflexión, ninguna señal del mundo exterior, sólo las tristes caras de una familia acongojada. Cada tanto enfocaban algún miembro de la decaída farándula vernácula, el cual repetía las declaraciones de rigor, las que claramente mostraban el pensamiento único y la infantil idea de la sociedad dividida en amigos y enemigos; parecía mentira ver a gente grande con pensamientos propios de pre-adolescentes. Claro de tanta actuación telenovela y cine "B", terminan creyendo que los mediocres libretos que generosamente sobreactúan son el mundo real. Lamentablemente, cuando esta atmósfera de ideas se propaga al resto de la sociedad, gobernantes incluidos, motorizan sus acciones sobre estos pensamientos infantiles. Ello crispa la sociedad y torna ineficiente sus acciones, pues funcionan en el sentido contrario al que desean imprimir; por supuesto no atribuyen sus fracasos a lo errado de sus pareceres sino a los "grupos de poder", "imperialismo", "oligarquía " y mil títulos más que dan a lo que en realidad se debería llamar impericia y superficialidad de ideas.