La pregunta es ¿para qué habla tantas veces la Sra. Presidenta? Cuando la autoridad se expresa públicamente nos informan sobre sucesos trascendentes, con comunicaciones serias que deben ser refrendadas por ella, para que puedan ser tomadas con la debida consideración por la población y a partir de estas novedades tomar los recaudos o acciones que correspondan.
En vez de ello nos topamos con discursos que recurren o a una épica inexistente o recurrentes declaraciones ideológicas carentes de sustento o análisis socio-económicos sin la rigurosidad necesaria que devendría de la máxima autoridad de la república. A partir de las piezas oratorias presidenciales, a veces con buena forma pero siempre sin esencia, no podemos tomar acciones para nuestra vida futura, nos importan tanto como la pelea de dos faranduleras de baja estofa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario